“Porque donde sea que Dios te haya plantado, FLORECE”

15.07.2018

Hace días, quería sentarme frente a mi monitor, vaciarme de estos silencios habladores y ensordecedores. Escribir sencilla y llanamente, como si estuviera conversando con una amiga o un grupo de amigos. Pues aquí inicio diciendo, que necesitaba dejar a un lado, el "trajín" de vida.

Saben, que lamentablemente, vivimos en una sociedad, que muchas veces, margina a los profesionales, que no se valora sus esfuerzos, porque hay que tener "cuñas" o "palas", o que debes bajarte de nivel, y cobrar un sueldo mínimo y "comenzar desde abajo", como también se dice, para poder llegar algún lado. Claro, son innumerables atropellos que se comenten. Injusticias por todos lados y en todos los sentidos, pero esto que digo, es un preámbulo de las sombras dolorosas que pueden apagar las esperanzas y las ilusiones.

Segura estoy, que no soy la primera ni la última en vivir experiencias desesperanzadoras, más, hoy, y después de un tiempo de haber leído y hacer mía, esta frase, hoy la quiero compartir con ustedes, y expresar todo que estas sencillas, pero poderosas palabras, producen en mí.

"Porque donde sea que Dios te haya plantado, FLORECE"

Pasamos la vida quejándonos. "Que no me alcanza el dinero", "que no me pagan bien", "que tengo mil problemas" "que no aguanto más", "que no me quieren", "que no me valoran" "que no hay trabajo", "que la vida está dura"... y ya usted puede seguir con el rosario de quejas...

Pero, aquí vengo yo, con todo lo que esta frase me dice: ¿Qué estoy haciendo yo para ser feliz?, ¿Cuido mi salud?, ¿Me alimento bien?, ¿Soy solidaria?, ¿Me esfuerzo en aprender cada día?, ¿Me amo a mi misma?, ¿me valoro como persona?, ¿Reconozco los dones y capacidades que Dios me ha dado y la de los demás?, ¿Soy humilde y sencilla? ¿Soy justa?, ¿soy mujer, hombre de Paz?, ¿Practico la solidaridad?, ¿Soy honesta, responsable, generosa?, ¿He sido buen padre, buena madre, buen hijo, buena hija? pero sobre todo, ¿He aprendido amar y perdonar?... Podemos también continuar con un rosario de bondades, que nos favorecen para ser mejor persona.

¿Qué es lo que realmente quiero decir con eso? De SEMBRAR ESPERANZA, "porque donde sea que Dios te haya plantado, florece"

SENCILLO, en todo lo dicho anteriormente, Dios nos invita a creer en ÉL, a creer en nosotros mismos, a confiar en lo que nos ha regalado, especialmente el Don de la Vida, a preparar un hermoso jardín con lo poco o mucho que nos ha dado, y que aunque si bien es cierto, que vivimos en mundo desigual, Dios nos invita a FLORECER ahí donde nos ha tocado vivir, con las personas que están a nuestro lado, con los padres que nos dio, con los hijos, hermanos, amigos, vecinos... En fin, a florecer desde donde estamos, pero sobre todo a ser FELICES. No podemos cambiar la realidad, pero si podemos transformarla.

Sembremos de esperanzas nuestras vidas, nuestro hogar, la familia, la sociedad. Brindemos amor, en vez de odio, sembremos Paz, en vez de guerras. Una sonrisa vale oro, una mirada de amor, junto con un abrazo, es sanador de corazones rotos e incluso de enfermedades.

Sembremos de esperanzas nuestro mundo, practicando los valores que nos hacen mejores personas, siendo solidarios, bondadosos y generosos, reconociendo los talentos de cada persona, dejando a un lado las envidias y los egoísmos, porque el Sol nace para todos y todas.

Sembremos de esperanzas la vida, ahí donde Dios nos haya colocado, porque él, tiene su propósito. Confiemos, arriesguémonos, y no olvidemos, que sólo TU, que sólo YO, somos los únicos responsables de florecer, pero que somos NOSOTROS, los únicos responsables de formar un hermoso jardín. Atrévete a florecer! Y sigamos sembrando de esperanzas nuestro mundo.

Artículo de:

Martha Mencos

Conferencista Motivador


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